Hormesis, ¡vaya concepto!
Tenemos la idea de que frente a un mismo estímulo cabe esperar una misma respuesta, en los procesos biológicos básicos; sin embargo, se han descrito procesos biológicos en los que a un mismo estímulo se presentan dos respuestas, completamente distintas, dependiendo éstas de la intensidad y duración del estímulo. Es lo que se conoce como una "dinámica dosis-respuesta bifásica", y para nombrar este tipo de respuesta se usa el término "Hormesis", del griego Hormáein, estimular. La primera referencia a este tipo de respuesta bifásica la encontramos en 1880, con las investigaciones de Hugo Schulz. No obstante, el término hormesis no deja incluso en la actualidad de ser controvertido, entre otras cosas porque tiene su historia, y ésta es cuanto menos difusa(recordemos que el propio Schulz creía haber descubierto los fundamentos de la homeopatía).
Comoquiera que desde la década de 1990 hasta el presente ha habido una abundante cantidad de estudios al respecto, se ha podido demostrar la existencia de tal fenómeno, y habiéndose encontrado además que las respuestas bifásicas podían ser muy diferentes entre sí, es decir, que se las podía clasificar, el espíritu divisorio del científico no ha tardado en hacerlo. Así, al parecer, el más común fenómeno hormético lo encontramos cuando ciertas células sometidas a un estrés moderado reaccionan contrarrestando los daños celulares si el estímulo se prolongase en el tiempo, una especie de homeostasis. Pero hay otros tipos de hormesis, como la xenohormesis, o producción de elementos bioactivos por parte de ciertas plantas frente a condiciones ambientales estresantes, lo que les conferiría una mayor resistencia ante dichos factores y una mayor probabilidad de supervivencia.
A día de hoy, y estamos en el 2017, el término Hormesis sigue bajo revisión, conceptual y experimentalmente, aunque como suele ocurrir en ciencia, un término, una vez ya es de común comprensión, está llamado a quedarse. Otra cosa es lo que queda por delante en la compresión de dicho, o dichos, fenómenos.
Comoquiera que desde la década de 1990 hasta el presente ha habido una abundante cantidad de estudios al respecto, se ha podido demostrar la existencia de tal fenómeno, y habiéndose encontrado además que las respuestas bifásicas podían ser muy diferentes entre sí, es decir, que se las podía clasificar, el espíritu divisorio del científico no ha tardado en hacerlo. Así, al parecer, el más común fenómeno hormético lo encontramos cuando ciertas células sometidas a un estrés moderado reaccionan contrarrestando los daños celulares si el estímulo se prolongase en el tiempo, una especie de homeostasis. Pero hay otros tipos de hormesis, como la xenohormesis, o producción de elementos bioactivos por parte de ciertas plantas frente a condiciones ambientales estresantes, lo que les conferiría una mayor resistencia ante dichos factores y una mayor probabilidad de supervivencia.
A día de hoy, y estamos en el 2017, el término Hormesis sigue bajo revisión, conceptual y experimentalmente, aunque como suele ocurrir en ciencia, un término, una vez ya es de común comprensión, está llamado a quedarse. Otra cosa es lo que queda por delante en la compresión de dicho, o dichos, fenómenos.
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